Si estás trabajando como diseñador gráfico seguro que más de una vez has tenido que soportar que un amigo, un conocido o incluso una persona cualquier con la que ni siquiera has tenido trato previo te pida un logotipo para su empresa, proyecto o negocio, y te asegure que no va a pagarte, porque es publicidad para ti. Es algo con lo que los artistas tienen que lidiar a menudo, como si su trabajo no tuviera valor real, como si cualquiera pudiera hacerlo, algo curioso teniendo en cuenta que la persona que nos contrata sería incapaz de crear algo así por sí mismo, ya que de lo contrario se ahorraría el dinero y el tener que pedirlo. Hay gente que no entiende que esto del diseño es un trabajo como cualquier otro, con sus horas, con su esfuerzo, y que debe ser pagado como tal.
No se trata de hacer un simple dibujo, o crear un logotipo como si nos saliera de la nada. El trabajo que hay detrás de este tipo de logos, de emblemas, suele ser bastante duro porque el diseñador debe tener muchos puntos en cuenta, desde el nombre de la empresa hasta su función, el objetivo del lego, incluso el público objetivo al que se dirige normalmente ese negocio. Con todo ello debe realizar un símbolo que llame la atención, que ejemplifique bien lo que representa la empresa, y todo ello en un tiempo récord para poder entregarlo al cliente. Un trabajo que, como decimos, no es precisamente sencillo0. Por eso vale la pena señalar, ante cualquier petición, cuáles son nuestros honorarios para la creación de logotipos. ¿Cómo calcularlos? Aquí te dejamos algunos consejos para tenerlo más claro.
¿Para qué es el logotipo?
Lo primero que tenemos que hacer es preguntarle a nuestro posible cliente sobre el tipo de logotipo que desea, y la utilidad que le va a dar. Y es que no es lo mismo crear un logo de empresa que un emblema para un club deportivo, por ejemplo, o para cualquier otro cometido. La finalidad del logo es importante no solo para crearlo, sino también para entender el presupuesto que debemos pedir. Porque una empresa grande, con locales en varias ciudades, puede pagar mucho más que la papelería de la esquina. No se trata de que nuestro trabajo sea mejor o peor dependiendo de lo grande que sea la empresa, sino de la exposición que va a obtener nuestro trabajo.
Factores que intervienen en el valor de un logotipo
Hay muchísimos factores que pueden hacer que el presupuesto de un logotipo suba o baje. Algo tan sencillo como las necesidades del cliente, en cuanto a formato del archivo final, puede hacer que el precio varíe hacia arriba o abajo. También hemos de tener en cuenta si quiere una sola versión del logotipo o varias, con o sin tipografía, si además de la imagen lo quiere en movimiento para los vídeos… Este tipo de factores van sumando valor a nuestro trabajo, como también lo hace el valor de base que tengamos, es decir, nuestro caché, lo que cobremos por desarrollar nuestro talento y nuestras ideas. Rebajar nuestra tarifa puede llegar a ser peligroso si lo hacemos constantemente, porque estaremos perdiendo dinero y además dando una imagen de poca profesionalidad.
Plazo de entrega
El tan temido plazo de entrega, el círculo marcado en rojo en nuestro calendario para poder terminar el trabajo y ofrecérselo al cliente ya con todo listo. Hay que ser realista con este tipo de cosas, y aunque muchos clientes nos pidan que tengamos el trabajo cuanto antes, no debemos pillarnos los dedos con un plazo demasiado corto, porque al final el resultado no será de tanta calidad como desearíamos. Mejor hacer algo que nos satisfaga a ambas partes, aunque se tarde un poco más. Si la condición para realizar el trabajo es que esté listo en un periodo corto de tiempo, siempre podemos añadir un extra a nuestra tarifa para ese tipo de trabajos sobre la marcha, porque seguramente tengamos que estar echando más horas de las debidas con ese proyecto. El extra puede ser, por ejemplo, un 10 o un 15% sobre el precio del presupuesto total.
Diferentes versiones del logotipo
Ya advertíamos antes que una de las opciones que el cliente te pida es que le presentes varias versiones del logotipo, ya elegido, o diferentes versiones de la idea para que el escoja la mejor. Esto puede ser un arma de doble filo, puesto que te hará trabajar mucho más para al final descartar algunas ideas. Si te pide varias versiones diferentes, mejor entregarle primero bocetos rápidos para que se haga una idea y sobre ellos elegir el de la versión final. Si ya sabe cual quier3e, pero prefiere tener varias versiones para utilizar en diferentes medios, por ejemplo, debemos echar más horas de trabajo para entregárselo todo finiquitado, lo que también aumentará el precio del logotipo, ahora convertido en logotipos.
Entonces ¿cuánto vale un logotipo?
Ya hemos visto que hay numerosos factores a tener en cuenta para la realización de un logotipo, desde la propia empresa que lo pide al plazo que nos de para entregarlo. Por eso no resulta fácil crear un logo profesional sin conocer ya todas esas condiciones. Sin embargo nosotros creemos que un diseñador profesional, aunque esté empezando y la empresa que se lo pida no sea muy grande, debe cobrar al menos 300 euros por un logotipo. A partir de aquí el precio irá creciendo, dependiendo de lo grande que sea el cliente, de nuestra propia experiencia, de las necesidades del logo y sus distintas versiones… El valor lo debemos dar nosotros, pero es común que un logotipo para una empresa mediana pueda costar por encima de los 1.000 euros, sobre todo si tenemos que hacer varias versiones del mismo.
