¿Cuánto cobra un influencer en España?

22 octubre, 2018
redactado por Francisco

Otras de las grandes aportaciones que ha traído la revolución digital y el uso masivo de Internet es la de haber logrado que surja una nueva casta de profesiones hasta entonces desconocidas.
Profesiones como community manager, experto en Big Data o en SEO, SEM o Aso, técnico en e-commerce o redactor de contenidos, son algunas de las muchas nuevas ocupaciones que se han abierto paso, y con gran éxito, en esta sociedad moderna.
Uno de estos casos más sorprendentes son los de los influencers. Sin tener que poseer grandes conocimientos técnicos en ninguna materia específica, los ingresos que generan lo logran a través de mucha palabrería, un talento natural para convencer a otros y la pasión que dedicarse a hablar de aquello que más les gusta.
En cuanto a los ingresos medios, también en esto hay categorías. Están los influencers con un número limitado de seguidores cuyo caché está entre los 80 y los 100 euros, y los reyes del mambo de esta profesión que, al tener una legión de fans que superan el millón de incondicionales, sus mensajes puede a llegar a reportarles hasta 3.000 euros por cada uno de ellos.

El Rubius, ¿quién es y cuánto cobra?

Rubén Doblas Gundersen es joven y se ha hecho rico muy pronto viviendo de lo que le gusta. El Rubius comenzó a hacerse popular hace diez años cuando se inició, junto con otro compañero, en esto de subir vídeos donde parodiaba situaciones que les ocurrían mientras se entretenían con sus videojuegos favoritos.
El Rubius tuvo ese gran olfato que suele caracterizar a las personas emprendedoras que son capaces de descubrir un yacimiento de oro donde otros solo ven un pedregal. Eran los comienzos de YouTube y él fue de los primeros en España en crear y subir los vídeos.
Tras lograr 17 millones de fans, sus ingresos anuales podrían rondar los dos millones y medio de euros.
También escribió El Libro Troll del que se vendieron más de 300.000 ejemplares que ya va por las ocho ediciones.

Vegetta777, ¿cuántos ingresos generan sus vídeos?

Los registros de Vegetta777 son más propios de una estrella de cine o de un crack del deporte.
Casi 19 millones de seguidores en su canal de YouTube, más de cuatro en Twitter y dos millones y medio en Instagram.
Y sí, se gana muy bien la vida contando tus batallitas o haciendo chorradas en las redes.
Bajo ese nombre de guerra digital de Vegetta777 está Samuel de Luque Batuerca. Al igual que Rubius, su especialidad son los videojuegos, y gracias a ellos gana más de un millón de euros al año.
Este influencer es la imagen de marca de firmas tan conocidas como Smart, Donettes o Audi. La editorial Planeta edita libros creados por el propio Vegatta777 y protagonizados por Wigetta.

Willyrex, ¿qué tipo de vídeos hace y cuánto gana?

Guillermo Díaz creó su primer canal en YouTube en 2009 y el segundo dos años más tarde. Y lo hizo adoptando la personalidad y el seudónime de Willyrex.
Al igual que Rubius y Vegeta777, la especialidad de este youtuber es hablar de los videojuegos que prueba.
También es muy popular su parodia musical Miners in the Sun, una mezcla entre el mundo de Minecraft y el tema musical de David Ghetta Lovers of the Sun.
Su canal en la plataforma de vídeos YouTube cuenta con más de once millones de suscriptores, donde es un autor muy prolífico ya que le sale casi a una producción por día.
Al igual que en los casos de los youtubers ya citados, es difícil establecer una cifra del negocio que genera Willyrex, pero podría ascender entre los 200.000 y los 400.000 al mes.
También este influencer se ha subido al carro de la edición y ya ha publicado un libro para delicia de sus seguidores.

¿Cuánto cobran otros influencers en el mundo?

Grandes ganancias, regalos, viajes gratis, trabajar haciendo lo que te gusta y solo cuando te apetece hacerlo. Aunque no lo crean, es una forma de ganarse la vida, y muy bien pagada.
Para ello solo te basta ser un influencer con millones de seguidores capaces de reír tus chistes -aunque sean de dudosa gracia-, apreciar tus consejos sobre el último producto que pruebes y comprar tus libros o ver tus vídeos. Y tener mucha suerte.
Con más de 100 millones de fans en Instagram, Selena Gómez es una actriz que ha alcanzado la popularidad máxima en dicha red social y que puede llegar a cobrar alrededor de medio millón de dólares por publicación.
A Kim Kardashian la siguen otros cien millones de fans y por cada mensaje puede llegar a ganar otros 500.000 dólares.
El futbolista Cristiano Ronaldo es otro que tiene otra fuente más de ingresos entre otros muchos negocios publicando fotos de su familia o promocionando reclamos publicitarios. Con 105 millones de seguidores, puede llegar a cobrar unos 400.000 por cada publicación.
Kylie Jenner cuenta con 95 millones de fans y cobra una cantidad parecida a la de Ronaldo.
Por último, para no hacer la lista muy larga, Kendall Jenner, con 80 millones de seguidores y 370.00 por publicación, es otra de las celebridades que ocupan los primeros puestos por número de fans y magnitudes de ingresos en el mundo de Instagram.
Algunos como Cristiano Ronaldo solo necesitan poner su imagen o la de su familia para convertirse en influencer cotizado.
Sin embargo, no todo son buenas noticias para los youtubers más cotizados. Desde que el año pasado YouTube decidiera modificar las políticas de pago y volverse menos generosas las comisiones por cada visualización, muchos influencers españoles no logran rentabilizar sus canales en la principal plataforma de vídeos.
En Estados Unidos, las grandes estrellas de este mundillo han sabido adaptarse mejor y diversificar sus fuentes de ingresos apoyándose en la edición de libros que se vende como pan caliente debido a la notoriedad de sus creadores, o lanzando plataformas con la venta de productos o han sabido reinventarse creando consultorías.
Es paradigmático el caso del youtuber Logan Paul, una especie de macarra gracioso con una legión de simpatizantes que aplauden todo lo que hace.
Al bueno de Logan Paul no se le ocurrió otra cosa que acudir al bosque de los suicidas de Japón para contar chistes y reírse del cuerpo sin vida de un hombre recién suicidado.
Ante la censura general -excepto la de sus seguidores- YouTube eliminó de su red los canales de este sujeto y estableció además una serie de controles para evitar que las grandes marcas se anunciaran en vídeos con contenidos de mal gusto o polémicos.
Logan Paul se marchó con sus 16 millones de seguidores para vender una línea de ropa creada por él, Maverick, pensada, cómo no, para satisfacer el gusto textil de adolescentes gamberros.