Consejos para ahorrar tiempo en la gestión de redes sociales

22 octubre, 2018
redactado por Francisco

Las redes sociales tienen mucho de patio de vecinos. Son como habitaciones con vistas a los secretos y noticias de las personas. Basta con confiarle un rumor al vecino de al lado para que los oídos de las paredes lo propaguen por toda la manzana y se extienda a todo el vecindario.
Lo mismo sucede con las redes sociales, solo que su caja de resonancia es un altavoz muy potente que permite que un simple murmullo se deje oír al otro lado del mundo como el rugido de un bombardeo.
Esta naturaleza cotilla de las redes sociales sirve muy bien para hacernos publicidad y es un trampolín fabuloso para que nuestra marca personal o los servicios o productos que conocemos llegue al mayor número de personas.
Sin embargo, gestionar un cada vez número mayor de cuentas en redes sociales puede llegar a convertirse en un trabajo estresante y además nos quitará tiempo para cosas importantes.
Nunca debes olvidar que tienes un producto que vender o una imagen que ofrecer, pero no eres empleado de las redes sociales.

Utiliza solo aquellas redes sociales que sean relevantes para ti o para tu negocio

A veces tenemos la tendencia de hacer la cuenta de la vieja cuando creemos que podemos multiplicar la eficacia de nuestra presencia en la red.
Si estando en cuatro redes sociales puedo llegar a diez mil clientes potenciales, si me uno a otras cuatro seré visto por veinte mil usuarios. Eso es hacer la cuenta de la vieja, o como se dice en matemáticas, llegar a una resolución por tanteo.
Pero las simplificaciones casi nunca funcionan, sobre todo en el mundo online.
Si queremos elegir bien en qué red social quedarnos, debemos preguntarnos si:
¿Es una red donde se mueve el perfil de tus potenciales clientes, tanto por el rango de edad o por ámbito profesional?
¿Es una red que crece o que, sin embargo, ha alcanzado ya su masa crítica de usuarios y ya no puede avanzar más?
¿Encajas tú o tu negocio en sus grupos o en la imagen que ofrecen?
Una vez haya escrito un gran artículo, con un título rompedor y bien trabajado en posicionamiento SEO, ¿sería del agrado de los usuarios de esa red o seria como predicar en el desierto?

Programas que te ayudan a automatizar tareas en las redes sociales

Donde hay una necesidad, hay una solución que la cubre. Esta máxima es particularmente cierta en el mundo online, donde cada vez que se detecta un problema enseguida surgen iniciativas y recursos que lo solucionan.
En la gestión del día a día en las redes sociales, disponemos de muchas herramientas que harán la vida más fácil a ese Community Manager de andar por casa en que debemos convertirnos para estar al día.
Capítulo aparte merece ser reseñado Hootsuite, pero además de ellas está Blogsterapp. Esta aplicación te facilita el trabajo de reeditar en distintas redes sociales antiguos artículos o post que hayas publicados en tu blog o sitio.
Twitter Feed es una especie de lector RSS que te permite publicar contenido de terceros en tu blog.
Statusbrew está ideada para analizar tu masa de seguidores: si vas ganándolos o perdiéndolos en cuanto a su número, quién te sigue o quién dejó de hacerlo, usuarios inactivos y algunas otras posibilidades son las que convierten a esta herramienta en una opción muy interesante de usar.
Hootsuite, la herramienta para programar la publicación de artículos en Twitter.
Hootsuite es una aplicación que cada día va ganando más adeptos en esto del mundillo de las redes sociales.
Esta app te facilita el trabajo si vas a crear un calendario de publicaciones en las redes sociales, además de configurar cada red social desde el panel de control, escribir textos distintos para cada una de ellas, etc.
Pero debes hacerlo con cuidado, ya que se programa con muchos días de antelación y si tu mensaje está pegado al orden del día y a la actualidad informativa, puede que el contenido que hayas escrito previamente esté desfasado en el momento de editarse, o simplemente erróneo.
La gran pega de Hootsuite es que es un programa de pago. Para acceder a él tienes que suscribir un plan que van desde los 25 euros al mes para un solo usuario y hasta 10 perfiles en redes, al plan business orientado a gestionar grandes cuentas por 599 euros.

Utiliza acortadores para analizar estadísticas

Programas como Google Shortener o Bitly te dan una información completa sobre el número de usuarios que pinchan en los enlaces que tú compartes.
Estos acotadores son unos magníficos suministradores de estadísticas que ofrecen una información de calidad, filtrando, por ejemplo, resultados sobre qué contenidos son más compartidos o cuáles resultan menos eficaces.

Reutiliza tu contenido antiguo, dándole otro enfoque

A la hora de escribir, a veces nos falta el tiempo y otras nos fallan las ideas. O las dos.
Para esas ocasione y no perder el contacto con tu audiencia, es una buena idea recuperar contenido ya editado y darle un nuevo planteamiento.
Pero no basta con un copia y pega en plan bruto porque caeríamos en el contenido duplicado y además los lectores se sentirían defraudados.
Cambia las fotos del artículo, si es posible, editando otras de mejor calidad o que cuenten mejor la tesis de la que va tu artículo.
Inserta una introducción citando algún estudio nuevo, técnicas o herramientas que han surgido desde la publicación de la entrada.
Conserva el contenido perenne -ese que no pasa de moda- y reescribe algunas cosas, haciendo cambios gramaticales o aportando sinónimos o ideas nuevas que refuercen tus argumentos.
Pon una conclusión final distinta a la que escribiste en su día o haz una invitación a tus lectores a que compartan sugerencias y den opiniones.
Vuelve a compartir el contenido de los artículos reescritos acompañándolos de nuevos mensajes e imágenes.
Como hemos visto, si son bien utilizadas, las redes sociales pueden convertirse en una excelente caja acústica que amplifique la difusión de los contenidos de nuestro sitio y una oportunidad de negocio para extender nuestra marca personal.
Sin embargo, hay que pagar el precio de dedicarle mucho tiempo y de emplear técnicas y herramientas para que la tarea no nos suponga un trabajo que no podamos atender.