Internet nos ha traído un mundo de posibilidades maravillosas para poder desarrollarnos mucho más y llegar más lejos con nuestros objetivos. Todo el saber del mundo concentrado en una pantalla, a apenas unos clicks de distancia. Entretenimiento sin límites y nuevas forma de disfrutar del arte y la cultura. Incluso también nuevas fórmulas para llegar a más sitios y conocer a más gente sin movernos de casa. Internet ha roto todas las barreras y ha dado el último paso que el planeta necesitaba para estar completamente globalizado. Sin embargo, no todo es de color de rosa, y como seguramente ya hayas podido comprobar por ti mismo en más de una ocasión, Internet también ha traído cosas muy malas a esta sociedad.
Las redes sociales, que en principio debían ser un punto de encuentro entre amigos y personas con los mismos gustos, han terminado convirtiéndose, muy a pesar de muchos, en un campo de minas en el que cualquier opinión puede ser censurada, en el que el odio campa a sus anchas gracias a esos “valientes” usuarios que se meten detrás de un perfil anónimo para no ser reconocidos, y empiezan a soltar su odio y su bilis sobre todo lo que se mueve. Son los llamados haters, odiadores casi profesionales que se pasan la vida echando pestes de los demás y buscando incluso la pelea, la discusión y el enfrentamiento en las redes sociales. ¿Hay alguna manera de poder lidiar con ellos? Vamos a comprobarlo.