Internet nos ha traído un mundo de posibilidades maravillosas para poder desarrollarnos mucho más y llegar más lejos con nuestros objetivos. Todo el saber del mundo concentrado en una pantalla, a apenas unos clicks de distancia. Entretenimiento sin límites y nuevas forma de disfrutar del arte y la cultura. Incluso también nuevas fórmulas para llegar a más sitios y conocer a más gente sin movernos de casa. Internet ha roto todas las barreras y ha dado el último paso que el planeta necesitaba para estar completamente globalizado. Sin embargo, no todo es de color de rosa, y como seguramente ya hayas podido comprobar por ti mismo en más de una ocasión, Internet también ha traído cosas muy malas a esta sociedad.
Las redes sociales, que en principio debían ser un punto de encuentro entre amigos y personas con los mismos gustos, han terminado convirtiéndose, muy a pesar de muchos, en un campo de minas en el que cualquier opinión puede ser censurada, en el que el odio campa a sus anchas gracias a esos “valientes” usuarios que se meten detrás de un perfil anónimo para no ser reconocidos, y empiezan a soltar su odio y su bilis sobre todo lo que se mueve. Son los llamados haters, odiadores casi profesionales que se pasan la vida echando pestes de los demás y buscando incluso la pelea, la discusión y el enfrentamiento en las redes sociales. ¿Hay alguna manera de poder lidiar con ellos? Vamos a comprobarlo.
Qué son y qué hacen estos haters
Básicamente, los haters son usuarios de Internet que provocan peleas y discusiones en la red, o al menos tratan de hacerlo, colocando comentarios despectivos, e incluso insultos y amenazas, en las redes sociales y conversaciones de personas conocidas o simplemente anónimas, como ellos, pero con unas ideas contrarias a las que tiene. La mayoría de estos haters se escudan en el anonimato para sacar todo el odio que llevan dentro y atacar, de una manera directa y sin consecuencias, a cualquier persona de una red social que haya dado su opinión sobre un tema. En muchas ocasiones los haters lo hacen simplemente por aburrimiento, por provocar discusiones, y entonces son llamados trolls.
Hay haters que se pasan todo el día escribiendo en redes sociales para meterse con o tras personas y que tienen “enemigos oficiales”, sobre todo celebridades, políticos y personajes de la vida pública que tratan de pasar por Internet mostrando su día a día, como parte de su imagen pública, y son atacados de manera inmisericorde por estos usuarios, con expresiones muy malsonantes. La mayoría de ellos busca llamar la atención, tal vez porque se sientan importantes provocando esas discusiones o metiéndose de la manera más brusca y soez posible con la chica de turno que pone sus fotos en Instagram. Se sienten con el derecho de amenazar, insultar y faltar al respeto en todo momento, escudándose en el anonimato y en la supuesta libertad de expresión.
Una comunidad tóxica que se apodera de la red
El problema de los haters es que son como los borrachos en un bar, que a pesar de ser muchos menos, forman tanto escándalo que al final acaban creando muy mal ambiente. Las redes sociales están invadidas por estos haters, que solo quieren provocar a los demás y que tienen tanto odio en su interior que deben vomitarlo de esta manera más “segura”, detrás de una pantalla. Lo peor de todo es que se están apoderando por completo de las redes como Twitter o Facebook, así como Instagram, mandando y expandiendo su mensaje de odio que por si fuera poco, también es compartido en muchas ocasiones por otros como ellos, simples cobardes que si tuvieran que decir eso en público a cara descubierta seguramente no serían capaces ni de articular palabra.
Millones de usuarios se esconden tras un perfil falso
El anonimato es la principal defensa de estos cobardes usuarios que además, en muchas ocasiones, ni siquiera utilizan sus perfiles reales, sino que toman perfiles falsos para poder atacar con una mayor agresividad sin temer las consecuencias. Este tipo de personas llevan mucho odio dentro, tal vez porque no son capaces de entender a la gente de otra forma, o tal vez porque han sido precisamente víctimas de bullying por parte de otros, y necesitar sacar todo eso que llevan dentro, aunque sea repitiendo ese comportamiento en las redes sociales y generando mal ambiente. Son muchos los que tienen incluso varios perfiles falsos para provocar aún más caos en todas las conversaciones en las que entran.
Cómo reaccionar ante ellos
Lidiar con uno de estos haters no es sencillo, sobre todo si somos un personaje público o al menos tenemos nuestro perfil real en las redes. Así damos la cara y nos enfrentamos a alguien que se oculta detrás de un perfil falso, así que está en ventaja. Sin embargo, lo peor que podemos hacer es caer en las provocaciones, porque como decíamos arriba, son gente que se aburre o que tiene una vida tan vacía y triste que tiene que limitarse simplemente a vomitar odio en las redes a través de un perfil falso. Podemos responderles, sí, pero sin entrar al trapo ni rebajarnos a su nivel. O también podemos optar por la solución más sencilla y rápida, el bloqueo, que servirá para que no volvamos a leer nunca más a ese hater en nuestras redes.
Si el tipo es un troll, más que un hater, tal vez podamos seguir con la conversación y tratar de devolverle la jugada, porque al final no tiene mala intención y solo busca jugar y divertirse. En el caso de las amenazas graves, cuando llegue la cosa más lejos, siempre podemos bloquear y denunciar tanto a la red social como a la Policía, y es que muchos de estos mensajes de odio y amenazas pueden ser constitutivos de delitos, así que no estaría de mal darle un buen susto al hater de turno y hacerle ver que sus bromas pueden acabar muy mal. Lo mejor es guardar la calma y no ponernos a su nivel porque entonces caeremos en la trama, que es lo que realmente quieren.
